Una de las cosas que potenció la aparición de la pandemia fue el trabajo en remoto, a lo que llamamos teletrabajo. Las empresas se sintieron obligadas a hacer uso de este tipo de solución debido a que no habían otras opciones, pues el estricto confinamiento así lo impedía. Vimos que realmente habían otras formas de trabajar que no fuera pasar las horas en la oficina y con ellas además de ayudar a aplanar la famosa curva (concepto que ya no se ha potenciado tanto en las siguientes olas), sería una herramienta de ayuda para la conciliación familiar. Pero lejos de toda realidad, el teletrabajo en esos meses más que facilitar la conciliación se convirtió en unas esposas para poder dar el 200%, conseguir que las empresas pudieran sobrevivir y por ende seguir en tu puesto de trabajo. No sé si gracias a ello o porque tenía que pasar, la curva se aplanó. Llegó la segunda ola y ahora la tercera ola (realmente no sé en qué ola estamos) y vemos que tanto las situaciones personales como profesiona...