Ir al contenido principal

Ikigai. Encontrar tu razón de ser

Todo empezó un viernes 13 de marzo, en el que al llegar a casa después de la jornada de trabajo, comí y me acosté para recuperar energías de una semana loca.

Al despertar, me di cuenta que había algo en mi cuerpo que iba bien, me tomé la temperatura y tenía fiebre. Fue el inicio de 40 días en cuarentena en una habitación con vistas a un deslunado y una mesita de noche como escritorio para poder dar lo máximo de mi en ayudar a las empresas, despachos y autónomos en todo lo relativo a la COVID-19 y a las nuevas prestaciones en ayuda a los autónomos por el cierre de su negocio o reducción de su facturación. Saber que al otro lado de la puerta de la habitación estaban mis hijos y mi mujer, el ver la cara de mi mujer cada día entre la desesperación y el cansancio pero con una sonrisa, estando además dentro de los grupos de riesgo, será algo que no olvidaré nunca, muchos sentimientos encontrados enfrentados contra una impotencia sobre la que no podía hacer nada.

A los 40 días de cuarentena le siguieron unos meses largos y duros, en los que tuve que luchar contra el tiempo y los imprevistos para conseguir, junto con mi equipo, entregar los productos a tiempo de que realmente fueran útiles para los que se habían definido. 

Después de todo esto acabé consumido mental y físicamente, y ahora, en vacaciones, he visto que es el momento de parar, pensar y reflexionar, no sólo sobre el pasado sino también sobre el presente y cómo orientar mi futuro.

Para ello, he querido experimentar a través de un concepto japonés, Ikigai. Si habéis llegado a este post es porque conocéis de la existencia del concepto y lo que se busca con él, aún y así os dejo una breve descripción obtenida de la wikipedia:

Ikigai (en japonés 生き甲斐, pronunciado ikiɡai) es un concepto japonés que significa «la razón de vivir» o «la razón de ser». Todo el mundo, de acuerdo con la cultura japonesa, tiene un ikigai. Encontrarlo requiere de una búsqueda en uno mismo, profunda y a menudo prolongada. Esta búsqueda es considerada de mucha importancia, ya que se cree que el descubrimiento del propio ikigai trae satisfacción y sentido de la vida.

El término ikigai se compone de dos palabras japonesas: iki (生き?), que se refiere a la vida, y kai (甲斐?), que aproximadamente significa «la realización de lo que uno espera y desea».

Para encontrar tu Ikigai recomiendan que te hagas estas 4 preguntas:

  1. ¿Qué amas?
  2. ¿En qué eres bueno?
  3. ¿Qué necesita el mundo de ti? 
  4. ¿Qué puedes hacer y cobrar por ello? 
La intersección entre las 4 preguntas anteriores será lo que te dará tu Ikigai.

Pero como os he dicho, no es mi objetivo entrar en el detalle del concepto en sí, pero necesitáis profundizar podéis consultar estos enlaces que a mi me han ayudado en ello:
Sólo me quedaba encontrar mi momento para estar relajado y empezar con las 4 preguntas y ver a dónde me llevaba.

Una de las cosas que me di cuenta nada más empezar, fue que lo que estaba esperando encontrar, "esa palabra" que me dijera tu razón de ser es esta y por eso te levantas y eres feliz cada día, vi que sería un imposible tanto por la pobreza del lenguaje humano como el que pudiera haber una única cosa que pudiera ser la razón de ser no solo mía sino de cualquiera. Puede que con el tiempo me equivoque, pero en estos momentos, es lo que pienso.

Así que me puse manos a la obra y empecé por la pregunta que creo que es la más fácil que puedes responder,  ¿qué es lo que amo?

Empecé a escribir palabras en una hoja sin parar en pensar, al día siguiente seguí y una vez terminado, las agrupé y dejé aquellas que realmente eran importantes para mi buscando en mi interior. El resultado final fue esta lámina:


A cada uno de los conceptos que amo, les puse un número para luego poder hacer uso de ellos en la segunda parte. 

Es lo que amo, pero como me siento actualmente en cada uno de los puntos que amo, ¿me siento realizado? Me vino mi vena de ingeniero y empecé a darle una forma en la que me sentía cómodo, hice una gráfica con los puntos para tener esa foto del momento y ver en qué debía centrar mis esfuerzos en los próximos 6 meses para estar más cerca de la realización en esta primera parte para alcanzar mi Ikigai.

De ahí surgió esta otra lámina:



Dibujé un círculo y puse cada uno de los 18 puntos que me habían salido que amaba en la actualidad y me inventé esta escala de valoración:
  • Me siento realizado. He llegado al punto en el que en ese punto ya no puedo pedir o exigirme más. Estoy totalmente realizado
  • Me siento feliz. No he llegado a sentirme realizado, pero me siento feliz, me siento cómodo en ese punto
  • Estoy en progreso. Debo seguir dando pasos para conseguir subir de nivel y sentirme feliz
  • Hay que empezar. Se trata de un KO en el que tengo que dar el primer paso para empezar
Una vez definida la escala, es el momento de escucharte y ver en qué estado estás, definiendo tu AS-IS. A partir de ahí ya puedes visualizar en qué puntos puedes mejorar para poder conseguir dar pasos hacia tu razón de ser, el TO-BE.

En base a ello, me he propuesto en los próximos 6 meses, sobre algunos de los puntos en los que creo que puedo dar pasos hacia adelante, los siguientes objetivos:
  • Recuperar el control de mi vida
  • Aprovechar mejor el tiempo, tanto conmigo mismo como con las personas que realmente me importan
  • Retomar la comunidad Agile, tanto a nivel de Valencia como a nivel nacional
  • Retomar mi pasión por la lectura y escritura
Para ello, creo que la mejor forma de conseguir estos objetivos es hacer uso de OKR, pues tengo claro los objetivos y es cuestión ahora de definir los distintos resultados que me llevarán a conseguirlos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Evolución - Reflexiones tras la lectura de "Sapiens, de animales a dioses" de Yuval Noah

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay Al igual que hay películas que antes de dejar este mundo tienes que ver, hay libros que sí o sí deberías leer. Sapiens, de animales a dioses de Yuval Noah Harari es uno de ellos. En este libro nos muestra la evolución del ser humano desde su punto de vista y en base a tres revoluciones : Revolución cognitiva Revolución agrícola Revolución científica Pero la idea de este post no es hablar del libro en sí, eso lo dejo para que compréis el libro y disfrutéis de la lectura, sino reflexionar sobre las conclusiones finales a las que se llega. Para mi, lo más importante del libro, lo anterior es pasado para saber porqué estamos donde estamos simplemente. Estas reflexiones parten de dos preguntas: ¿En qué deseamos convertirnos?  ¿Qué queremos desear? Para ello vamos a partir de dos situaciones: Nuestra especie y el mundo tal cual lo conocemos desaparece Evolucionamos para convertirnos en algo nuevo, distinto Sobre el primer punto, en estos dos últimos he...

Retrospectiva de una retrospectiva.

En Scrum, uno de los eventos que tenemos es la retrospectiva. La retrospectiva, en base a la definición de Scrum Manager,  sería: Reunión que se realiza tras la revisión de cada sprint, y antes de la reunión de planificación del siguiente, con una duración recomendada de una a tres horas, según la duración del sprint terminado. En ella el equipo realiza autoanálisis de su forma de trabajar, e identifica fortalezas y puntos débiles. El objetivo es consolidar y afianzar las primeras, y planificar acciones de mejora sobre los segundos. El hecho de que se realice normalmente al final de cada sprint lleva a veces a considerarlas erróneamente como reuniones de “revisión de sprint”, cuando es aconsejable tratarlas por separado, porque sus objetivos son diferentes. El objetivo de la revisión del sprint es analizar “QUÉ” se está construyendo, mientras que una reunión retrospectiva se centra en “CÓMO” lo estamos construyendo: “CÓMO” estamos trabajando, con el objetivo de analizar problemas...

La vaca Lola

Érase una vez, una vaca que tuvo dos terneras, a una de ellas la llamó Lola. A Lola le gustaba escaparse todos los días y descubrir nuevos prados en los que probar nuevas hierbas para ver cómo los diferentes sabores, texturas y propiedades de éstas afectaban a su leche. En uno de esos días que Lola salió a pasear a uno de sus prados en los que comer sus hierbas favoritas, al volver se asustó al ver que no había nadie, no estaba su madre, ni su hermana ni el resto de vacas. Lo que pasó es que unos granjeros habían capturado a las vacas que pastaban en un prado cercano a una granja para llevarlas a su granja.  Tanto Lola como su hermana habían nacido en el mismo prado y habían tenido la misma madre, pero sus caminos un día se separaron. Ambas tenían que empezar unas nuevas vidas lejos de la normalidad en la que habían vivido, una seguiría con las vacas con las que había pasado los primeros años de su vida pero en un contexto diferente, mientras que Lola debería empezar un reto nuevo ...