No hay conversación más enriquecedora que aquella en la que dos o más personas discrepan sobre un mismo tema. Por suerte, es algo que me suele pasar mucho con mi mujer, y más cuando aprovechamos los paseos nocturnos para hablar todo lo que no nos ha dado tiempo durante el día.
Uno de los temas de los que hemos hablado hoy es si un dirigente debería o no tener conocimientos avanzados sobre la materia para la cual ha sido elegido. Sabréis ya porqué ha surgido este tema.
Un dirigente al servicio de los demás, para mi, debería ser muy bueno en lo suyo para poder cumplir con las expectativas de todas aquellas personas que están esperando sus decisiones.
La diferencia con un líder, es que el líder no tiene porqué ser muy bueno en esa materia, pero sí ser el mejor en conseguir que su equipo de expertos, aunque no sean los mejores del mundo, den lo mejor de sí y en conjunto cumplan con las expectativas de las personas que están esperando sus decisiones.
Las personas que esperan la decisiones del dirigente, están esperando a que se equivoque para echarse encima de él, mientras que las personas que esperan las decisiones de un líder se han convertido en sus seguidores y apoyarán sus decisiones al creer en él.
Un grupo de jugadores de fútbol puede estar dirigido por un entrenador y si el entrenador no es bueno en lo suyo o tiene un mal día, el equipo no funcionará. Si el equipo de fútbol está liderado por un entrenador que es capaz de hacer que esos jugadores de fútbol aunque no sean los mejores, funcionen como un equipo y como equipo den lo mejor de sí, aunque el entrenador tenga un día malo, el equipo será capaz de ganar el partido.
Lamentablemente, en este país carecemos de líderes con capacidad para gobernar y nadamos en la abundancia de dirigentes con ansias por gobernar y con extensos comités de asesores, y que posiblemente no son los mejores en lo suyo.
Veo esperanza, luz al final del túnel, al ver cómo el movimiento Agile está cambiando la cultura en las organizaciones, tanto grandes como pequeñas, cómo está calando más allá de las TI, por ejemplo cogiendo mucha fuerza en HR como disparador del cambio y cómo a partir de este movimiento están surgiendo grandes líderes, dejando a un lado la figura de dirigente / jefe. Mi esperanza es que estos nuevos líderes sean la imagen en la que los nuevos políticos se quieran reflejar y empiecen a entender que el foco se debe poner en las personas y no en los votos.
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